1. Al maestro de coro. Para instrumento de cuerda. Maskil de David.

2. Cuando los cifeos vinieron a decir a Saúl que David estaba escondido entre ellos

3. Oh Dios, sálvame por tu nombre, por tu poder hazme justicia.

4. Oh Dios, escucha mi oración, atiende a las palabras de mi boca;

5. pues se ha alzado contra mí una gente extraña, unos tiranos me persiguen a muerte, y para ellos Dios no cuenta nada.

6. Pero Dios viene en mi auxilio, el Señor es el único apoyo de mi vida;

7. que caiga su maldad sobre los que me espían, destrúyelos, Señor, por tu fidelidad.

8. Te ofreceré sacrificios de todo corazón y ensalzaré tu nombre, Señor, porque eres bueno,

9. porque me has librado de todas mis angustias y he visto la derrota de mis enemigos.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina