Encontrados 119 resultados para: siervo

  • Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, se rebeló orgullosamente contra su señor. (2 Crónicas 13, 6)

  • Entonces llamó el rey al sumo sacerdote Joyadá, y le dijo: «¿Por qué no has tenido cuidado de que los levitas trajeran de Judá y de Jerusalén la contribución que Moisés, siervo de Yavé, y la asamblea de Israel determinaron para la Tienda de las Citas?» (2 Crónicas 24, 6)

  • y publicaron por todo Judá y Jerusalén que debían traer para Yavé la contribución que Moisés, siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto. (2 Crónicas 24, 9)

  • Sus mensajeros dijeron todavía más cosas contra Yavé y contra Ezequías, su siervo. (2 Crónicas 32, 16)

  • Estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo. Estoy ahora en tu presencia día y noche por tus servidores los hijos de Israel. (Nehemías 1, 6)

  • Te estoy confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti. Yo mismo, y la familia de mi padre, hemos pecado. Nos hemos portado muy mal. No cumplimos tus mandamientos, leyes e instrucciones, que entregaste a tu siervo Moisés. (Nehemías 1, 7)

  • Sambalat, el joronita; Tobías, el siervo amonita, y Guesem, el árabe, se rieron de nosotros y vinieron a decirnos: «¿Qué hacen? Se están rebelando contra el rey.» (Nehemías 2, 19)

  • Les enseñaste a consagrar a ti el sábado; les ordenaste mandamientos, preceptos y la Ley, por mano de Moisés, tu siervo. (Nehemías 9, 14)

  • Todos éstos, junto con los jefes, sus hermanos, se comprometen por juramento a proceder conforme a la Ley de Dios, promulgada por medio de Moisés, siervo de Dios, y a guardar y cumplir todos los preceptos de Yavé, Dios nuestro, y sus normas y leyes. (Nehemías 10, 30)

  • Yavé dijo a Satán: «¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre bueno y honrado que teme a Dios y se aparta del mal. Aún sigue firme en su perfección y en vano me has incitado contra él para arruinarlo.» (Job 2, 3)

  • Si he menospreciado el derecho de mi siervo, o de mi sierva, cuando se quejaron de mí, (Job 31, 13)

  • También son luz para tu siervo, guardarlos es para mí una riqueza. (Salmos 19, 12)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina