Encontrados 15 resultados para: condenación

  • Le entregó, después, una copia de la condenación a muerte de los judíos, que había sido publicada en Susa, para que se la pasara a Ester y ésta la leyera. También le pedía a Ester que fuera a hablar con el rey para interceder por su pueblo y conseguir la revocación del edicto. «Acuérdate, le decía, de cuando vivías humildemente y de que yo te daba de comer con mi mano. Pues has de saber que Amán, el segundo del reino, le ha pedido al rey que nos condene a muerte. Invoca al Señor, habla por nosotros al rey, líbranos de la muerte.» (Ester 4, 8)

  • ¡No permitas que te consideren como un mendigo o como un tramposo! Un ladrón atrae sobre sí la vergüenza, pero el hipócrita también tendrá su condenación. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 14)

  • Actuaron con justicia los que les aplicaron la sentencia que conviene a las mujeres adúlteras, la condenación reservada a las que derraman sangre. ¡Porque realmente son adúlteras y tienen sangre en sus manos! (Ezequiel 23, 45)

  • ¡Serpientes, raza de víboras!, ¿cómo lograrán escapar de la condenación del infierno? (Evangelio según San Mateo 23, 33)

  • Los que obraron el bien resucitarán para la vida, pero los que obraron el mal irán a la condenación. (Evangelio según San Juan 5, 29)

  • No hay comparación entre lo que pasó con este pecador único y el don de Dios en la hora presente. La condenación procedía de una sentencia individual, pero ahora son rehabilitados una multitud de pecadores. (Carta a los Romanos 5, 16)

  • Ahora bien, esta condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús. (Carta a los Romanos 8, 1)

  • El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer el cuerpo. (1º Carta a los Corintios 11, 29)

  • Si tan grande fue el ministerio que sentenciaba la condenación, ¿no lo será mucho más todavía el que procura la santidad? (2º Carta a los Corintios 3, 9)

  • al impedirnos hablar a los paganos para que se salven. Lo hacen todo para colmar la medida de sus pecados, pero la condenación está para caer sobre ellos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 16)

  • Pues Dios no nos ha destinado a la condenación, sino a que hagamos nuestra la salvación por Cristo Jesús, nuestro Señor. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 9)

  • Los inspirará el amor al dinero, y se aprovecharán de ustedes con palabras engañosas. Pero ya fue dictada su condenación, y su destrucción es inminente. (2º Carta de Pedro 2, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina