Encontrados 203 resultados para: campamento
Se colocó, pues, a la entrada del campamento y llamó en voz alta: «¡Vengan a mí los que estén por Yavé!» Todos los de la tribu de Leví se juntaron en torno a él. (Exodo 32, 26)
El les dijo: «Esta es orden de Yavé, el Dios de Israel: Colóquense cada uno su espada al costado y pasen y repasen por el campamento, de una entrada a la otra; y no vacilen en matar a sus hermanos, compañeros y familiares.» (Exodo 32, 27)
Entonces Moisés tomó la Tienda de campaña y la plantó a cierta distancia, fuera del campamento. La llamó Tienda de las Citas divinas, y todo el que quería consultar a Yavé tenía que ir a la Tienda de la Citas, fuera del campamento. (Exodo 33, 7)
Yavé hablaba con Moisés, cara a cara, como habla un hombre con su prójimo. Después Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la Tienda. (Exodo 33, 11)
Todo lo restante del animal, la piel, toda la carne, la cabeza, patas e intestinos y el excremento, lo llevará fuera del campamento, a un lugar limpio donde se suelen echar las cenizas de las víctimas. Allí lo quemarán sobre un montón de leña. (Levítico 4, 12)
Sacarán el ternero fuera del campamento y lo quemarán también como el primero, por ser sacrificio por el pecado de toda la asamblea. (Levítico 4, 21)
Luego cambiará sus vestiduras por otras antes de llevar las cenizas fuera del campamento, y las echará en un lugar puro. (Levítico 6, 4)
En cuanto al novillo con su piel, carne y excrementos, los quemó fuera del campamento, como Yavé lo había ordenado. (Levítico 8, 17)
pero quemó la carne y la piel fuera del campamento. (Levítico 9, 11)
Moisés llamó a Misael y Elisafam, hijos de Oziel, tío paterno de Aarón, y les dijo: «Acérquense y no dejen a sus hermanos delante del santuario, sino que llévenselos fuera del campamento.» (Levítico 10, 4)
Todo el tiempo que dure la llaga, quedará impuro y, siendo impuro, vivirá solo; se quedará fuera del campamento. (Levítico 13, 46)
El sacerdote saldrá fuera del campamento para examinarlo y comprobar que la llaga de la lepra ha sido sanada. (Levítico 14, 3)