Encontrados 102 resultados para: Daniel
El tercer año del reinado de Ciro, rey de Persia, Dios entregó un mensaje a Daniel, por sobrenombre Beltsasar. Este mensaje hablaba de fidelidad y de gran angustia. Daniel se fijó en estas palabras y prestó atención a la siguiente visión. (Daniel 10, 1)
En ese tiempo, yo, Daniel, estuve de luto durante tres semanas: (Daniel 10, 2)
Sólo yo, Daniel, contemplé esta visión; los hombres que estaban conmigo no la vieron, pero cayó un gran temor sobre ellos y huyeron a esconderse. (Daniel 10, 7)
Me dijo: «Daniel, hombre elegido de Dios, presta atención a las palabras que voy a decirte, e incorpórate, porque he sido mandado ahora donde ti.» Al oír estas palabras me enderecé temblando (Daniel 10, 11)
Luego me dijo: «Daniel, no temas, porque desde el primer día en que te dedicaste a comprender y humillarte de corazón delante de tu Dios, fueron oídas tus súplicas y precisamente debido a estas súplicas he venido yo (Daniel 10, 12)
Y tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y ten cerrado el libro hasta el tiempo fijado para el fin. Muchos andarán buscando acá y allá. La maldad irá aumentando (Daniel 12, 4)
Yo, Daniel, miré y vi a otros dos que estaban de pie a una y otra parte del río. (Daniel 12, 5)
Dijo: «Anda, Daniel, porque estas palabras están cerradas y selladas hasta el fin del tiempo fijado. (Daniel 12, 9)
Dios despertó el santo espíritu de un jovencito llamado Daniel, (Daniel 13, 45)
Todo el pueblo se apuró en volver allá y los ancianos dijeron a Daniel: «Ven a sentarte con nosotros y dinos lo que piensas, ya que Dios te ha dado la sabiduría de los ancianos. (Daniel 13, 50)
Daniel les dijo entonces: «Sepárenlos lejos a uno del otro y yo los interrogaré.» (Daniel 13, 51)
Una vez que los separaron, Daniel llamó a uno de ellos y le dijo: «Envejecido en la maldad, ahora vas a pagar los crímenes de tu vida pasada. (Daniel 13, 52)